sábado, 19 de septiembre de 2015

¡Una semana en Uppsala!

¡Hola a todos!

Así a lo tonto, ya ha pasado una semanita desde que aterricé en Arlanda y me mudé a este apartamente en Uppsala. La verdad es que estoy muy contenta, todavía tengo que acostumbrarme a muchas cosas, pero bueno, tiempo al tiempo.

Desde el lunes que tengo bicicleta, pero no sabéis la lata que me ha dado. El lunes al terminar de trabajar, mi jefe me da la bicicleta y me trae a casa en coche para que recuerde el camino. Cuando aparqué la bici en el parking de casa, me di cuenta de que tenía el sillín un poco alto (me llegaba por encima de la cintura), e intenté bajarlo sin éxito. Me dije que quizás era un poco torpe, o que tenía poca fuerza y que lo intentaría al día siguiente antes de ir a trabajar.
Me levanté antes, y me pasé unos 15 minutos de reloj intentando bajar el sillín, pero era imposible. Así que tuve que pedalear los 7.4 km que separan mi apartamento del trabajo sentada en la bicicleta, haciéndome bastante daño, y apenas llegando a los pedales con las puntas de los pies.
Al llegar al trabajo, se lo dije a mi jefe, y tanto él como los obreros que están haciendo la piscina (si es que tienen un pastón impresionante), intentaron bajar el sillín, y hasta le echaron aceite, pero el sillín por sus huevos que no se movía.
Así que tuve que estar así tres días, hasta que el jueves me encontraron una bicicleta que sí me servía y con la que estoy encantada. ¡Qué diferencia!
¡¡Mi nueva bici!! Es naranja, del Orange Team.
La catedral de Uppsala.


Y el mismo jueves con mi super bici nueva (bueno, es de segunda mano, pero nueva para mí), me fui con una amiga al centro de la ciudad. La verdad es que es muy fácil llegar, y se va muy bien. Nos fuimos a una cafetería que al parecer era algo cara, pero que al parecer era muy buena, y por dos tartas y dos cafés con leche nos cobraron 180SEK, unos 18€... una burrada me parece a mí, pero bueno.

Y hoy sábado me volví yo sola al centro de la ciudad, para darme una vueltecilla, ya que hacía sol, y por si acaso, hay que aprovechar el sol antes de que se vaya.

El edificio con el circulito rojo es un cine.

Aparcamiento de bicis junto al río que curza Uppsala.

Y parece ser que hasta noviembre no empezaré mi curso de sueco, así que estoy intentando aprender algo por mí misma viendo la película de Enredados en sueco con subtítulos en sueco, y de 10 minutos de película ya saqué unas 20 palabras. Es que me la sé de memoria...

Y sigo con mi teoría de que el 90% de los suecos están buenos... cada vez que me cruzo con uno en la bici está bueno... Tengo que tener cuidado, ¡o acabaré estrellándome!

Diferencias culturales encontradas estos días:
La mantequilla.
  • -No usan aceite cuando van a hacer algo a la plancha, usan mantequilla. De echo, tienen un bote a lo bote de mayonesa, con la mantequilla ya medio líquida.
    -Los exámenes en las universidades no llevan nombre, llevan un número que te ha dado otro profesor rollo sorteo. Luego los números con el nombre al que corresponden se meten en un sobre cerrado, que no se puede abrir hasta que el profesor haya puesto las notas.
  • -Al parecer la electricidad es bastante barata, por eso usan tantísimo el horno, que en España es un poco un lujo, o al menos lo era para mí. 
  • -Hazte tu propio café o tu propia ensalada en el súper. En todos los supermercados en los que he entrado tienen una zona donde te puedes hacer ensaladas para llevar o café para llevar, muy práctico.
  • -El cacharrito de las monedas. En los supermercados, si quieres pagar con monedas tienes que meterlas en una maquinita, al igual que el cambio que te dan en monedas sale de esa maquinita.
  • -El alcohol es muy caro. Y además de eso, alcohol con graduación alta solo se vende en tiendas especializadas, para mayores de 20 años. ¿Y qué hacen los jóvenes suecos? Pues se cogen un barco a Finlandia, compran alcohol en el barco, y se vienen de vuelta, que les sale más barato que comprarlo en Suecia. 
Y me despido de momento. Espero que os haya gustado la entrada y que comentéis mucho. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Llegada y primeros días en tierras vikingas

¡Hola a todos!
He decidido crear este blog para contaros mis aventurillas en este país tan frío, así como todas las diferencias culturales que me voy encontrando, que no son pocas.

¿A que parece Galicia? Pues es un día soleado en Uppsala.

¿Por qué Suecia, si siempre has dicho que querías irte a Japón? Es verdad que llevaba un año diciendo que este octubre intentaría irme a Japón, pero por caprichos del destino, y porque era más viable económicamente, acabé en Suecia.

La primera vez que viajé a Suecia fue en Enero de este año, cuando me fui de voluntaria al Europeo de patinaje que se celebró en Estocolmo, y, la verdad, me enamoré del país. La nieve, la amabilidad de sus paisanos (los rubios altísimos y guapísimos que te cruzas cada 5 minutos), que la educación sea gratis... Y más cosas que ahora, la verdad, no recuerdo. En esa breve visita, hice varias amistades, y cuando estaba buscando qué hacer este año mientras terminaba mi TFG, me decidí a venirme a Suecia a aprender Sueco.

Mi primer viaje a Suecia y mi primer muñeco de nive.


Y después de buscar y buscar durante dos meses, de repente apareció la oportunidad de mi vida: trabajar limpiando y cuidando perros (aupair de perros) en una casa, con piso para mí sola y comida incluidas, y un dinerillo al mes. Y diréis... ¿limpiar? Pues sí, y mejor perros que niños, la verdad, por lo menos se portan mejor.
Tres de las mascotitas que cuido, sin pelo todos.

Y así terminé en Uppsala, una ciudad con muchos estudiantes super cerquita de Estocolmo. La ciudad la verdad es que está muy bien, mi piso me encanta, y en cuanto sepa un pelín de sueco igual hasta puedo poner la lavadora en la sala de lavado.

¿Y de momento qué diferencias culturales me he encontrado?
  •  Todo el mundo va en bici. TODO EL MUNDO. La verdad es algo que no ves tanto en España, pero que van en bici con lluvia, con nive, con el carrito del niño detrás... Hay aparcamientos de bicis en todos lados, ya subiré una foto del de delante de mi piso un día, y les entiendo, porque el autobús urbano en Uppsala cuesta 35 SEK por viaje (trasbordos durante 1h30min incluidos), eso son 3.75€. Una burrada, ¿verdad? Y no se puede pagar en efectivo. Pero bueno, es un placer pedalear por la ciudad, siempre hay carril bici. 
  • El azúcar para el café se sirve en los típicos terroncitos que en España apenas se usan. No sé por qué, será una forma de medir cuánto azúcar te echas, supongo.
  • El tamaño de las camas. En mi vida había visto una cama tan grande. Mi cama es de 2x2, al igual que todas las camas de la casa en que trabajo, supongo que como son tan altos todos, lo necesitan.
  • No hay colacao. Y es lo que más voy a echar de menos de España. En su lugar hay algo llamado O'boy, que es como Nesquick, pero creo que con más azúcar todavía.
  • Toda la leche en los supermercados es leche fresca. No es como en España, que te encuentras los cartones a temperatura ambiente en una estantería. Aquí toda la leche que venden es fresca y está refrigerada.
  • El yogurt se vende en cartones de 1l. No hay el típico pack de 4 u 8 yogures, la mayoría vienen en cartones de 1l, y hay algunos vasitos de 1/2l. 
Y así para empezar es lo que se me ocurre... Ya os iré contando un poco más sobre mi aventura y todas las cosas que me voy encontrando.